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El 15 de enero se celebró el aniversario del nacimiento del genio de la cultura rumana Mihai Eminescu. 16.01.2017

El 15 de enero en la República de Moldova y Rumania, así como en todo el mundo donde hay numerosas diásporas rumanas, se celebró el aniversario del nacimiento del genio de la cultura rumana Mihai Eminescu. En realidad, en Bucarest y en Chisinau este día fue declarado Día de la Cultura.

Por tercera vez en este día se reuniron en el Salón"Eugen Doga" los amigos de la poesía de Mihai Eminescu, mis amigos, poetas, periodistas, artistas y figuras públicas. Con un gran ramo de rosas blancas llegó nuestra amiga y unaaficionada del arte popular,laMinistra de Cultura Mónica Babuk. También llegó el Ministro de Transporte Iurie Kirimenchiuk, cuya pequeña hija lo sostenía por la mano.

Lo llamo a esto "Şăzători", una reunión amistosa.En las paredes de la gran sala del Jardín de invierno colgaban pinturas del genial artista moldavo Tudor Zbirnia. Los invitados se situaban en el sofá, en el banco cubierto con mantas moldavas tejidas por mi madre,en las sillas y simplemente en las heces. La enorme masa de visitantes, tal como es habitual en los salones, estaba de pie. Más gente estaba de pie en el Jardín de Invierno, donde estában trabajando numerosas cámaras de televisión y reporteros de agencias de noticias y la prensa. En el Salón también había cámaras de vídeo y micrófonos de radio.

Al fondo de la sala frente a una pared de espejos que aumentaba el espacio y creaba un confortagradable, el cuarteto Telerradio-Moldova, dirigido por Lili Bivol, interpretabapor primera vez mi quinto cuarteto de cuerda. Luego vinieron las chicas del Liceo "Spiru Jaret" con la solista Nicoleta Puiu y cantaronunos villancicos de invierno, los cuales adoraba escuchar y cantar en la infancia M. Eminescu. A continuación,las niñas del coro "Vochile primeveri" dirigido por Madalena Manya presentaron un programa de música clásica y también interpretaron una de mis canciones sobre poemas de Veronica Micle "Campanillas de invierno". Brillantemente como siempre presentó su programa el Liceo "Ciprian Porumbescu", cuyo director es la talentosa maestra Galina Buinovski. Su programa incluyó la primera representación de mis dos piezas para piano, escritas en el último minuto de año viejo y los primeros minutos del nuevo año. Una de las piezas se llama "Salón" y la otra "El despertar". El desfile de talento joven siguió con los niños de la escuela de música que lleva mi nombre, dirigida por la bondadosa madre de esta institución, la delicada profesora Nadezhda Lungu. En su repertorio sonaban conjuntos para violín, tocaban una pianista yunos acordeonistas muy pequeños.

Tengo un amor especial para los niños, sobre lo que comenté en mi discurso a los invitados. Mi infancia pasó en los difíciles años de la guerra, y yo, al igual que toda mi generación, me hice mayor de golpe y trabajé junto con los adultos. En realidad, la guerra destruyó a mi infancia.

Impresionó mucho la actuación de la excepcional cantante de ópera Mariana Bulikanu, que realizó un gran aria a versos de Verónica Micle "No llores" (Nu Plânge) de mi nueva ópera "Diálogos de Amor", y la magnífica soprano Tatiana Kostiuk que interpretoó la canción al poema de Mihai Eminescu "Oh, no te vayas" (O, rămâi). Mi viejo amigoen el campo de las artes Yuri Sadovnik realizó dos canciones dedicadas a las madres acompañado por la guitarra. Los poetas Vasile Romanchuk, Nicolae Dabidga y Luminitsa Dumbravianu tomaron turnos para leer sus poemas dedicados al gran poeta M. Eminescu.

La veladase terminó con la reproducción de una grabación del "Himnoa Stefan el Grande" compuesto a los versos de Mihai Eminescu. En este momento, se firmaron autógrafos, se tomaban fotos, y se repasaron por última vez las pinturas exhibidas de Tudor Zbirnia.

Los patrocinos habian respondido con muchísima generosidad y trajeron una variedad de delicias para los invitados. Uno de ellos esNicolai Avram con su plachintas tradicionales y todo tipo de aperitivos de la cafetería "La plachinte". Alexandru Sukalov ofrecía delicioso café de la cafetería "Molinillo de café". Había también, como siempre, excelente pasteleria de Alla Glovan. Sinceramente les agradezco, mis hermosos amigos, músicos, artistas, poetas, prensa, radio y televisión y mis muchos aficionados por venir a visitarme en el Salón para honrar la memoria de nuestro gran genio poeta Mihai Eminescu en el día que nació,el Día de la Cultura. Yo no cerré todo el bloque con guardas de seguridad para que los invitados e incluso los extraños llevando flores pudieranentrar. En ese día las puertas de mi casa en la calle Eminescu estaban abriertos como lo estaba el alma del gran poeta Mihai Eminescu.

Salon “Eugen Doga”